lunes, 28 de julio de 2014

EN VERANO, LOS MAYORES DEBEN DE BEBER SEIS VASOS DE LÍQUIDO AL DÍA PARA UNA ADECUADA HIDRATACIÓN




Ante las altas temperaturas
  • Seguir unas recomendaciones básicas de hidratación, como consumir ciertos alimentos con alto contenido en agua o beber sin esperar a tener sed, permitiría evitar un elevado porcentaje de casos de deshidratación.
  • La deshidratación de las personas mayores es un problema grave y muy habitual, debido principalmente a la disminución de sensación de sed, que empeora en los meses de más calor.

Seguir unas pautas generales de hidratación, como beber diariamente entre 6 y 8 vasos de líquido, consumir ciertos alimentos con alto contenido en agua que ayuden a mantener un adecuado nivel de hidratación (frutas, verduras, etc.), o beber sin esperar a tener sed, permitiría evitar gran cantidad de los casos de deshidratación de personas mayores. Éste es un problema grave que se produce principalmente por la disminución de la sensación de sed por las dificultades de movilidad o por la presencia de otras enfermedades que pueden hacer que las personas mayores beban menos de lo necesario y, aunque es bastante habitual en cualquier época del año, en estas fechas de altas temperaturas se hace aún más necesario prevenir. De hecho, cuando las personas mayores sienten sed es un síntoma de que la deshidratación ya ha comenzado.

Por todo esto, la Fundación Edad&Vida pone en marcha en las próximas semanas la “V edición de la Campaña de Hidratación Edad&Vida” que tiene como objetivo concienciar a los mayores y a sus cuidadores sobre la importancia de conseguir una óptima hidratación. Para ello, 45 centros residenciales de toda la geografía española recibirán más de 18.000 botellas de 1,5 litros de Aquarius para sus más de 5.000 residentes y un díptico informativo con recomendaciones generales de hidratación para personas mayores.

En colaboración con Aquarius y Coca-Cola España, la campaña intenta paliar posibles estados de deshidratación en los mayores, haciendo especial hincapié en los requerimientos mínimos de hidratación y en la ingesta de bebidas con un alto contenido de sales minerales que mejoren su nivel de hidratación, así como en la importancia de reconocer los síntomas asociados a los procesos de deshidratación para prevenir su incidencia en este grupo de población.
  

Recomendaciones generales de hidratación para las personas mayores

  1. Es recomendable beber diariamente 6-8 vasos de líquidos (agua, zumos, lácteos, infusiones y refrescos) y consumir ciertos alimentos con alto contenido en agua que pueden ayudar a mantener un adecuado nivel de hidratación como frutas y verduras (melón, sandía, fresa, pomelo, uva, naranja, zanahoria, pepino, etc.).
  2. Es recomendable beber sin esperar a tener sed, ya que ésta aparece cuando existe cierto grado de deshidratación. Con la edad, además, disminuye la sensación de sed.
  3. Se debe beber líquidos de forma gradual, mayor cantidad por la mañana y a media tarde, para disminuir la frecuencia de micciones nocturnas. La temperatura del líquido debe estar entre 11ºC y 14ºC.
  4. Es muy aconsejable beber 1-2 vasos de agua al levantarse, ya que puede ayudar a la movilidad intestinal.
  5. Deben evitarse las comidas abundantes. En cada comida principal se aconseja tomar un vaso de agua ya que facilita la ingesta de sólidos. Se deben evitar cantidades superiores porque producen saciedad por llenado gástrico.
  6. Las bebidas con un contenido moderado de azúcares de absorción rápida y sales minerales contribuyen a asegurar una buena hidratación y los distintos sabores facilitan la ingesta y un adecuado aporte de líquidos.
  7. Ante ciertas situaciones que pueden favorecer la deshidratación, como el calor y humedad ambiental elevados, se debe beber más cantidad de líquidos al día.
  8. Los síntomas principales de deshidratación son, entre otros: sed, sequedad de mucosas y piel, disminución de la orina, estreñimiento y, en casos más graves, pérdida brusca de peso, orina oscura y concentrada, somnolencia, cefalea y fatiga extrema.
  9. El médico deberá conocer los problemas de deglución, los cambios de dieta y la utilización de ciertos medicamentos (diuréticos, laxantes, etc.) de cara a ajustar las recomendaciones específicas de hidratación.
  10. Sólo se reducirá la ingesta o tipos de líquidos por indicación del médico. Consulte a su médico si presenta insuficiencia cardíaca, renal, hepática, etc.

En materia de nutrición y salud es importante recomendar una dieta variada, moderada y equilibrada,
así como un estilo de vida activo y saludable.

Hay bebidas con calorías y sin calorías y hay que elegir la que mejor se adapta a las necesidades de consumo de energía  http://www.edad-vida.org/

lunes, 31 de marzo de 2014

Los pediatras alertan del incremento del consumo de alcohol entre adolescentes

El "binge drinking", consumir cinco o más copas o vasos de alcohol en dos horas, está en auge, con los riesgos que esto conlleva.

En un reciente curso desarrollado en Madrid por la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), uno de los temas abordados fue el incremento del consumo de alcohol entre adolescentes y las nuevas técnicas de ingesta que estos practican, supuestamente para sacar el máximo partido a sus efectos euforizantes y lo más rápidamente posible.

Los profesionales allí presentes expresaron públicamente su preocupación por esta circunstancia, máxime cuando se conocieron datos como que uno de cada cinco escolares menores de 12 años ya ha experimentado con el alcohol y el tabaco.
El consumo de bebidas de bebidas alcohólicas suele ser formar parte de la cultura occidental como lazo de comunicación, al igual que ocurre con el tabaco, es decir, se entablan conversaciones, negocios, amistades o celebraciones en torno a una copa y/o un cigarrillo.
El consumo de bebidas alcohólicas como droga, es decir, buscando sus efectos embriagantes, desinhibidores y ansiolíticos, llega a occidente en el siglo XIX con fuerza insostenible, de tal modo que surgen los primeros debates sobre el alcoholismo, subrayándolo como un importante problema social y sociosanitario.
En la actualidad, el consumo de alcohol ha traspasado ciertas barreras no tan fáciles de asumir, y ha saltado la voz de alarma, habida cuenta de que hoy día forma parte del marketing y de la cultura del ocio, pero lo alarmante es su adopción por los más jóvenes –recordemos el "botellón" de los fines de semana- convirtiéndose en una de las conductas de riesgo más común entre los adolescentes. Y entre otras razones, porque el problema va asociado a accidentes de tráfico, sexo sin protección, violencia, etc. En nuestro país, el estudio del Observatorio Español para la lucha contra las drogas sitúa la edad de inicio del consumo de alcohol en torno a los 13 años, y en el caso de las drogas ilegales entre los 15 y 16 años.

Los pediatras, preocupados

En el transcurso del citado curso, los pediatras lanzaron una llamada de atención sobre el incremento del consumo de alcohol entre adolescentes y de las nuevas técnicas de ingesta. Y para muestra, un botón:
  • Alrededor del 77% de los adolescentes españoles ha tomado bebidas alcohólicas en alguna ocasión, un 36,7% ha fumado tabaco y un 17% ha consumido cannabis.
  • Uno de cada cinco escolares por debajo de los 12 años ha experimentado con alcohol y uno de cada 10 con tabaco.
  • Un 2,5% consume tranquilizantes con receta, un 1,9% speed o anfetaminas, un 1,3% tranquilizantes sin receta, un 1,1% éxtasis, 1% cocaína y un 0,7% inhalantes volátiles.
  • La práctica del "binge drinking", que consiste en consumir cinco o más copas o vasos de alcohol en un periodo de dos horas, está en auge.
Estos datos fueron aportados por la doctora Marta Esther Vázquez, pediatra del Centro de Salud Arturo Eyries de Valladolid. Según indicó, el alcohol continúa siendo la sustancia psicoactiva más consumida por los adolescentes en España. La comparativa con el estudio europeo ESPAD 2011 pone de manifiesto que nuestro país se encuentra en el puesto número 15 en relación a la proporción de adolescentes consumidores de alcohol. "El policonsumo de tres o más sustancias presenta su más alto nivel en 2º de Bachillerato, aunque hemos detectado que uno de cada cinco escolares por debajo de los 12 años ha experimentado con alcohol y uno de cada 10 con tabaco", señala la doctora Vázquez.

Las chicas, más bebedoras

Tal y como manifestó esta experta, si discernimos por sexos, resulta que las chicas consumen más alcohol que los chicos -78,9% ellas, frente al 75,6% ellos- y tabaco 39,7% ellas, 34% ellos. Sin embargo, en el resto de drogas son los chicos los que consumen en mayor proporción. La prevalencia de borracheras en el último año entre los que han consumido alcohol es del 64%, y uno de cada cinco estudiantes reconoce haber sido pasajero, en los últimos 12 meses, de vehículos conducidos por conductores en estado de embriaguez. En este contexto, el 50% de mujeres adolescentes que han informado de agresiones sexuales estaban bajo la influencia del alcohol u otras drogas.

Modas peligrosas

En los últimos años han aparecido entre los jóvenes nuevas modalidades para consumir alcohol, tal es el caso del "eyeballing", que se realiza a través de la conjuntiva, y el "tampax on the rocks" o "tampodka", en que la ingesta de la bebida se lleva a cabo por el ano o la vagina. Lo que se pretende con ello es aumentar la rapidez del efecto, pero lo que en realidad se consigue son importantes daños.
También está en boga entre los adolescentes la práctica del "binge drinking" (BD) que consiste en consumir cinco o más copas o vasos de alcohol en un periodo de dos horas, como máximo. La finalidad es "colocarse" cuanto antes, pero con absoluta falta de control.

Los adolescentes que tienen más episodios de BD suelen tener más problemas con el alcohol cuando son adultos. Esta modalidad, por llamarla de algún modo, es aún más dañina, según recalcan los pediatras, pues el fruto son alteraciones cognitivas, de la memoria y del aprendizaje en un cerebro todavía en desarrollo. Además, se asocia con una mayor frecuencia de todas las conductas de riesgo: accidentes de tráfico, peleas, sexo sin protección, no llevar casco, suicidios...
La doctora Vázquez subraya que, "en concreto el cannabis, dificulta notablemente el aprendizaje escolar y sus efectos son prolongados. Cuanto antes se comienza a consumir y más frecuente es el consumo, mayor es el riesgo. El consumo crónico puede conducir a un estado de pasividad e indiferencia (síndrome amotivacional), que persiste aunque se deje de consumirlo".

PREVENCIÓN

La Asociación Española de Pediatras de Atención Primaria hace especial hincapié en que "la prevención de las conductas de riesgo tóxico deben comenzar desde las primeras edades e integrarse dentro de la formación general de los niños y adolescentes de una forma sistemática y continua. Para ello, es necesario que el enfoque sea múltiple y participativo".